una dama y su hijo

...una dama andaba sus pasos en la gran ciudad y al tiempo que la misma se entremezclaba en los barrios narraba al viento algunos versos.....

Como es que quizás deba contar los cuentos al viento?”
“Como sabré aun así si tus oidos escuchan mis historias?”
“Como llegare a dar con un verdadero final feliz si se que no es así?”

Estrellas de noche, rayos de sol de día...en ambos casos reflejaban la misma luz...una que estampaba en su piel la presente ausencia de aquellos años....
y la suplica, las preguntas se disparaban a diario...hasta cierto día....

“Como es que quizás deba contar los cuentos al viento?”
Y el viento se hizo brisa, se detuvo placidamente acomodando sus pelos, acariciando suavemente sus labios, posando en sus mejillas besos imaginarios ;rodeandola abrazándola.

“Como sabré aun así si tus oidos escuchan mis historias? Dijo casi extasiada....”
“Porque son las mismas las que quiero escuchar cada noche y cada día, son aquellas que espero en cada estrella que pretendo que detrás de cada rayo se encuentren y así me devuelvan lo que a ambos nos han quitado.....”

“Como llegare a dar con un verdadero final feliz si se que no es así?” Dijo entremezclando llantos con sonrisas al tiempo que se iluminaban sus ojos.
“Porque los finales han de ser de alguna manera? Porque supones que deberían ser felices? Porque crees que no lo serian si sos vos la que contas.....mamá.....”

La brisa nuevamente se hizo viento...entonces se levanto y hacia alli dijo:
...pequeño se que tras el viento entonces estas,
se que te transformas en brisa si lo necesito,
pero quiero que sepas que intento
decirte miles de cosas que siento...
aquella dama siguio sus pasos, pero ya sus preguntas tienen respuestas claras

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Mi hijo me conoce las locuras, vamos por la calle y jugamos a morirmos de sed en el desierto. O a correr carreras hasta la esquina hasta que me doy cuenta de que me miran. Canto para él asi como antes cantaba para su hermano, aun cuando no me miraba ni sabia decir "mamá" a sus 4 años. Yo canto sola, bajito,por la calle. Hay enormes dolores que acechan. HAy pequeñas y poderosas alegrías. Hay miradas que inhiben. Hay miradas que halagan. Curiosamente hay miradas donde ambas cosas se confunden. Hay abrazos y lágrimas. Risas. Desencantos. PAra qué seguir. Hay vida.
Alicia
(iba a ponerte un poema pero me resultó presuntuoso, mejor perfil bajo y unas pocas, bajisimas palabras) (De veras me gustó pasar por aca).

Anónimo dijo...

Edu, que solazo este cuento....que simple y cuanto tiene para dar a aquellos que buscan la forma de conectar con los pequeños.
Tiene un ritmo el cuento que no deja que lo dejes hasta el final.