Historia de viejo sauce

Una historia, un lugar, un pueblo, un árbol...
Sobre una pequeña lomada alejado de un pequeño pueblo un árbol hacia pie en medio del verde. Hasta él llego un día un caminante que por allí pasaba. Se sentó bajo la sombra que daba, el sol, el día, la época del año hacia que esos atardeceres fueran de necesaria calma. Cuando se disponía a dejar cerrar sus ojos miró el tronco de aquel árbol. La imagen que vio lo dejo expectante, volvió a mirar y pudo registrar que en la madera estaban grabadas palabras. Pero no eran grabados hecho con puntas finas de punzones sino que las mismas eran relieve de aquel. Entonces leyó miles de palabras que difícilmente pudo unir. A ese tiempo se acerco hasta allí un habitante del pueblo. Entonces le pregunto, luego del saludo de cortesía, que eran esas palabras allí grabadas. El pueblerino se sentó y comezó a contar una historia...
...hace ya tiempo en este pueblo habito un personaje singular, pleno de palabras, de frases y de historias narradas. Fue este personaje que un día llego al pueblo en la mañana de un invierno común. Desde que llegó se instalo en el pueblo en una casa de las mas lejanas, su profesión era un sinfín de habilidades unidas. Se dedico durante su estancia a millares de cosas, desde pintar parte del pueblo hasta colaborar en las misas. Fue así que se hizo conocido y parte de nosotros. Mas fue un día que sentado en el viejo bar comenzó la verdadera historia de Jorge, así se llamaba. Aquella tarde estaban reunidos en el bar mujeres y hombres en el final del día de trabajo dejando pasar el tiempo tras la charla. Él sentado en la barra observaba a todos y casualmente cruzaba palabras con quien cerca pasara. Entonces se acerco hasta el un niño y solo lo miraba...el lo tomo de la cintura y lo sentó a su lado y comenzó a narrarle un cuento...un hermoso cuento que poco a poco fue cautivando a todos los que allí estaban. Más se adentraba en el relato, más se acercaban las personas para escucharlo. Por mas que el cuento era un historia infantil la misma era increíblemente bella y merecía ser escuchada, narraba sobre la historia de un conejo de los sueños. Cuando por fin la historia llego a concluir el chico se despidió obsequiándole una sonrisa inolvidable. El resto de la gente no sabia si preguntar o solo tomar el hecho como una casual narrativa al paso. Pero una mujer que allí se encontraba se acerco y pidió por otra historia, fue entonces que Jorge relató la historia mas profunda del amor de una pareja en tiempos de caballeros y doncellas. La mujer al igual que aquel niño le regalo una sonrisa amplia y pura. Así fueron pasando los cuentos pedidos, como aquel que le contó aun hombre adeudado sobre la historia de un hombre que mintió tener un millón de pesos. A todos y cada uno le arrancaba al fin la sonrisa, precio de sus relatos. Pero que fue lo realmente importante de esto?...bueno mas tarde el dueño del bar sentado al otro lado de la barra le dijo....
“es que contaste a cada uno una historia, tantas sabes?.....”
“no, no he contado mas que lo que cada uno pidió, y es mas, lo que cada uno necesitaba al tiempo de escuchar el relato, por ejemplo aquel niño eran horas estas de que estuviera durmiendo, el conejo de los sueños fue quien en definitiva lo llevo hasta su cama...”
fue entonces que dieron cuenta de la importancia de aquel personaje querible en el pueblo, y lo tomaron tal cual era, un amigo.
Cada uno recibió durante el tiempo que el estuvo las palabras que necesitaba.

Pero hubo un día final, uno en el cual Jorge debió partir y entonces como tantas otras en el bar explico a quienes lo escuchaban.
“...es que debo seguir andando, es menester que así lo haga, me llevare conmigo la cantidad de emociones que ustedes me han sabido brindar, cada una de las sonrisas entregadas a cambio de mis palabras. Me voy pero de alguna manera les dejare algo mas.”
Él se marcho y en las calles, aquel bar y en cada persona quedo el gusto amargo del haber visto partir a alguien que era tan de ellos.
Un día un habitante camino hasta el árbol llevando consigo el peso de un amor no correspondido, llego hasta el y al querer sentarse encontró lo que hoy vos encontraste. Días después se supo el porque de esas palabras en relieve. Antes de partir Jorge había llegado hasta ese árbol y a la sombra del mismo supo enterrar en papel las miles de palabras dichas, historias contadas y algunas mas. Entonces tras las primeras lluvias el árbol comenzo a tornar su tronco en las palabras por aquel personaje dejadas para todos. y cada uno que sentía la necesidad de hablar nuevamente con él se sienta bajo la sombra de este árbol y recibe con el rocío las palabras al oido. Es mas en las noches quienes por aquí andan dicen que acostado mirando el cielo tras las hojas del árbol se pueden ver las estrellas aun en noches nubladas, solo es cuestión de quererlas ver...

Magia, verdad, mentira? Nadie sabia bien...pero lo cierto es que el caminante que había llegado y escuchado la historia se quedo solo...llegó la noche y se acostó mirando el cielo deseando profundamente ver las estrellas por mas que el cielo pareciera negárselas...luego de un rato entre las hojas comenzaron a verse las mismas...y al cerrar los ojos como un rocio suve que cai sobre su rostro escucho una historia, tal cual la queria...

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