Mi viaje interior



Comenzar el viaje interior cuando se ya se lleva transitado gran parte del camino trae sus reflexiones.
Y la primera "conclusión" es que ese viaje se dará, cuando sea pero deberá ser realizado. Puede intentarse evitarlo, postergarlo o hasta negarlo pero es parte de la vida encararlo.

He estado tanto tiempo transitando mi viaje exterior que ya no había dado cuenta del interior. Perdido de la mirada interna, extraño en mi propia huella.

Tantas sendas recorridas por fuera, de esas que llevan lo que se vive en el momento, de aquellas que van dando muestras de paisajes de múltiples colores, incluido los grises. Pero siempre externos. Un sendero de amplias magnitudes casi sin paredes lindantes, de buenas y de malas si, pero también de varias vías de escape.

Quiere la vida desde hace un tiempo que comience este nuevo viaje.
Entonces es que doy cuenta que el mismo tiene, a contrapunto del anterior, momentos de paredes separadas por un amplio espacio por donde al caminar sentirse cómodo; en otros se estrecha tanto que las mismas se pegan a nuestro cuerpo haciendo mas difícil y lento el andar y en muchas ocasiones amplias ventanas comunican con el otro lado.
En esas ultimas ventanas he descubierto abrazos increíbles, manos dadas, apoyos y cuidados en cada paso dado, aliento en los proximos a dar.
Cuando se estrecha con las situaciones del momento hacen mas escaso hasta el oxigeno allí instalado, congela el tiempo, hace pausas prolongadas pero....nadie detiene su marcha sino quiere ser detenido; o lo que es mas exacto nadie detiene ese marcha si no quiere detenerse.

He aprendido a caminar mil veces, he aprendido a levantarme tantas veces como veces he caído y en cada paso y en cada vez que me levantaba la fuerza de la misma vida nutria mi alma.

He aprendido y me queda mucho mas por aprender.

"Entre rosas y espinas" decían....creo yo que los viajes tienen de ambas como en una extraña balanza que nos permite gozar y al mismo tiempo valorar lo gozado cuando ya no se tiene.

Este viaje no tiene un cierto punto final visible porque en realidad una vez que empieza jamas acaba ya que miles de senderos se abren a medida de las huellas pronto a ser dejadas.El secreto que se aprende,tengo entendido, es a ir desde dentro hacia fuera y volver a entrar. Salir, entrar, poder variar entre ello permitiendo un sabio equilibrio de sapiencia y tiempo.

He casi caido en el presente momento, pero agradezco que ello sucediera. Mas alla de los espejos que no quisiera ver, mas alla de los paisajes que ya no veo, doy gracias al mismo cielo que de dia y noche sirven de techo.

He aprendido mucho y sigo y seguire aprendiendo...El viaje hace tiempo ha comenzado y no deseo detenerlo.


1 comentario:

Andre dijo...

Lindisimo! !!