...sobre leyendas y princesas....



Cuenta la leyenda que una princesa daba vida a las noches de letargia de aquellos vagabundos que moraban la vida en pos de la palabra perdida. Con arte único hacia que aquellos que caminaban los trazos de los caminos de diferentes prados tuvieran por momentos una recompensa. Y es que la princesa sabia era una artista. Ella habitaba un castillo que no tenia grandes torres ya que decía que seria difícil para quienes quisieran recitar sus poesías que ella pudiera desde alturas muy grandes escucharlas. Aparte tampoco podría ver desde lejos el rostro de quien contaba versos, no podría verle a los ojos, entonces no podría descubrir la magia de la fantasía en las letras recitadas escondida. La princesa dividía sus días entre el tiempo de sus realidades y de sus fantasías. Es que ella de pequeña supo del dolor de la falta de estima, de esa ausencia de actitudes requeridas. Pero también en sus tiempos había conocido de la risa mágica de la vida, de la caricia bien sabida, bien impartida...
Desde pequeña ella sabia de las emociones compartidas. Pero fue un día, o una noche ...nadie lo recuerda bien en el reino...que ella estaba en su castillo como cada día...y llego hasta el un caminante que pasaba por el lugar y que oso con sus versos a la dama inquietar. No era un príncipe, no era un mendigo, no era mas que lo que era; uno mas del lugar. Pero del lugar de donde ella se preguntaría. Del lugar que nunca he de dejar diría él con maestría o quizás del que nunca has de llegar replicaría la princesa.
“Quizás pero de seguro se que en el caminar no son los pasos ni las metas lo que busco sino el solo hecho de andar, andar por la vida mostrando quizás mis rarezas, enseñando mis pocas poesías, quizás encontrando, pero nunca estimada princesa mía....nunca buscando. “
“Es entonces que andas por los caminos como perdido sin haberte justamente perdido? “Quizás pero que mas creo que aquellos pasos dados, aquellos miles de contratiempos sean hoy bien venidos ya que hasta la morada de semejante princesa he llegado.”
“Se agradece el cumplido pero sepa usted estimado caminante que las princesas somos muy especiales es mas yo se que en algún lado se oculta mi mandato pero aun no lo he encontrado.”
Fue entonces que aquel errante personaje saco de entre sus ropas un escrito y dispuso a leerlo.
“Estimada princesa quisiera prestar oídos a esta palabras? Considéralas a su merced como la dama las quiera son escritos entregado a mi en una aldea, por una persona que dijo a este caminante que con rumbo cierto caminara, que las mismas huellas serian mis pisadas, que quizás volviera tras los pasos, pero que de seguro en algún momento a una dama encontraría y si ella guardaba aun la sapiencia de los que quieren aprender entonces si leyera estos párrafos, en su totalidad o en parte pero mirándola a los ojos porque alli mismo quedarian escritos.”
“A quien esto escuche guardo siquiera por algún instante silencio, solo para interpretar las palabras que este mandato han de llegar, solo por deferencia a quien de alguna manera fue mensajero en esta cruzada sin igual. A la princesa que entonces ahora escucha quiero decirle que aun cuando pudiera enumerar la cantidad de puntos de su mandato deberá encomendarse al primero. El inicial y del cual el que esto lee tampoco podrá escapar. Ambos se miraron.....”adelante!” dijo la princesa.
...es entonces que deberás aguardar hasta que cierta noche llegue, en la cual mas no has de esperar que las palabras que en tus oídos sonaran, quizás como suaves caricias de un gusto especial, quizás como un puñado de sentires en verdad. Será una noche de alegría, será una noche sin igual, habrá miles de personas en el lugar pero de entre ellas vos te has de destacar y un caminante, un personaje intentar abordarte y algo al oído contarte, será una llave, será una referencia del mandato que aquí te quiero dejar.
Sorprendida la princesa dio cuenta de aquellas palabras y pregunto, “pero que es lo que se supone que he de esperar?”
“No se mas que lo que las palabras dicen princesa, es en lo único que puedo ayudar.”

La vida, el destino o como fuere quiso que los caminos anduvieran paralelos entre ellos. En tanto ella hizo de su tiempo el tiempo de las escuchas, de atentas miradas, de aprendizajes cotidianos.
Y una noche en un palacio cercano una fiesta dio lugar y a ella la princesa fue invitada como una mas. Pero no seria la noche una mas.
En medio de la gente la bella princesa dio con aquel que lo historia hubo de contar, osea con aquel personaje sin igual que siempre cerca de ella estuvo y que en esa noche estaba en el mismo lugar. La música unió los pasos, y los oidos atentos de la princesa de los labios de aquel humilde personaje escucharon la historia, la primera gran historia que hubo en el lugar. Dicen que la vida tiene mas de un comienzo. Quizás princesa y caminante hallaron alli uno de ellos. Lo cierto es que de aquel día los caminos juntos fueron.

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