la dueña de las mariquitas voladoras




Diez años tenia la pequeña cuando quiso la magia de la vida que la conociera,
Con los ojos llenos de cielo, de un cielo hermoso y unico
Con la gracia en cada uno de sus movimientos era la dueña de las mariquitas voladoras. Quiso la suerte que conociera esas vaquitas de san antonio que raudamente y cada dia volaban a mi llegada. Traian consigo la ternura de la mas linda de las magias. Ella era la dueña, las manejaba con una increible habilidad y sapiencia.
Sabiduria que con el tiempo fue demostrando, haciendo entender que en esos vuelos traian mucho mas que la simple accion de llegar. Es que supe entender con el tiempo que habia algo en cada impacto.
La pequeña, en cada una de sus cinco aliadas, regalaba su cariño.
De a poco fui siendo el mas honrado de los hombres al poder conocer toda la ternura, la dulzura y la inteligencia de su alma.
Supo regalarme a cambio de nada un tesoro invaluable, su cariño.
Y entonces aquellos ojos de cielo no solo fueron parte de una belleza impactante sino que ademas se transformaron en la comunicacion mas profunda.
Aprendi dia tras dia cosas que jamas habria de olvidar. Comprendi cosas que jamas habia comprendido. Fui compinche de travesuras, de pedidos y de miradas. Fuimos compañeros de juegos, lecturas y videos. Fui testigo de escritos y de dibujos, del arte infantil que sabe mucho mas por arte que por viejo. Pude observar sus logros, saber de sus secretos y participar de su crecimiento. Me conto secretos, deseos y hasta proyectos. Y lo mas increible de todo supe leer lo que sus ojos decian.
La dueña de las mariquitas voladoras, una real princesita, me enseño que tambien en cada vuelo de aquellas repartia alegria. Quiso el tiempo que dejaran de volar pero recibi algo mucho mas grande, en cada uno de sus abrazos y sus gestos.
Como cuando la conoci y hasta el ultimo dia me regalo su afecto.
Estas lineas sentidas son para una pequeña que va creciendo, aun sigue mirando el mundo con ojos de niña, aun sigue creciendo. Y como no podia ser de otra manera tiene un nombre tan hermoso comos ella misma.

Para vos Maria, Gracias!

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